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¿Qué pasa en tu cerebro cuando estás scrolleando tu celular? (y 3 consejos para evitar hacerlo compulsivamente)

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    NEXT LEVEL - Marketing Empresarial
  • hace 12 minutos
  • 4 Min. de lectura

El hábito invisible que consume nuestro tiempo


Un video de un perrito, luego una foto de una vieja amiga en la playa, después un videomeme, luego una noticia del otro lado del mundo. Si te gusta, lo ves; si no te gusta, lo pasas. El hábito de deslizar el dedo por la pantalla forma parte de nuestra vida cotidiana, a veces por unos segundos cuando vamos en un ascensor, a veces por horas antes de dormir.


Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué ocurre en tu cerebro mientras haces scroll? ¿Por qué es tan adictivo este simple movimiento? Y lo más importante, ¿cómo podemos evitar que se convierta en un problema?


Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué ocurre en tu cerebro mientras haces scroll? ¿Por qué es tan adictivo este simple movimiento? Y lo más importante, ¿cómo podemos evitar que se convierta en un problema?

Un hábito más frecuente de lo que creemos


Según Éilish Duke, profesora de psicología en la Universidad de Leeds Beckett, lo primero que debemos entender es que el impulso de tomar nuestro celular y encender la pantalla es automático. No somos conscientes de él porque hemos construido ese hábito durante un largo periodo de tiempo, similar a cerrar la puerta cuando salimos de casa.


La profesora Duke realizó una investigación reveladora: "Los participantes pensaban que revisaban su teléfono cada 18 minutos, pero cuando usamos grabaciones de pantalla notamos que realmente lo estaban revisando con mucha más frecuencia".


Y según datos del Pew Research Center, el 17% de los adolescentes entre 13 y 17 años scrollea en TikTok "casi constantemente".


El cerebro y la recompensa: una relación perfecta


Desde el momento en que encendemos nuestra pantalla, entran en juego en perfecta consonancia ciertas funciones de nuestro cerebro y el sofisticado diseño de las aplicaciones de nuestro celular.


Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué ocurre en tu cerebro mientras haces scroll? ¿Por qué es tan adictivo este simple movimiento? Y lo más importante, ¿cómo podemos evitar que se convierta en un problema?

La profesora Ariane Ling, del Departamento de Psiquiatría de NYU Langone, explica que los seres humanos estamos predispuestos a querer saber qué está pasando a nuestro alrededor. Es parte de nuestro desarrollo evolutivo que nos ha permitido sobrevivir. Y nuestro celular está diseñado para alimentarnos continuamente con información que nos interesa. Es, como ella lo describe, "un matrimonio perfecto".


El circuito de recompensa: el mismo de las adicciones


Nuestros cerebros buscan naturalmente ser recompensados. Tenemos centros neuronales que reaccionan al placer —el sexo, las drogas, ganar dinero en un casino— y buscan que se repita una y otra vez.


"Están buscando esa novedad, ese próximo golpe de placer, lo que sea que podamos realmente disfrutar", explica la profesora Duke. Es lo que se conoce como sistema o circuito de recompensa del cerebro, y es exactamente el mismo mecanismo por el que una persona se vuelve adicta a una sustancia como el alcohol.


Las redes sociales, particularmente, siempre tienen ese algo nuevo placentero para ofrecer: una foto, un video, un tweet, un mensaje.


La batalla cerebral: recompensa vs. control


Pero hay otra parte de tu cerebro que lucha contra esos impulsos de buscar el placer y la recompensa inmediata: la corteza prefrontal. Es la región responsable de hacer que tomes decisiones menos impulsivas y más equilibradas, la que te hace, por ejemplo, parar de scrollear, levantarte del sofá y decidir ordenar tu casa o ejercitarte.


El problema es que, como explica Duke, "la parte lógica de nuestro cerebro que controla nuestros impulsos no hace su parte, o al menos no tan bien como podría, está abrumada por la búsqueda de placer".


Esta batalla es especialmente desigual en los jóvenes. "Lo que vemos en los adolescentes es que el circuito de recompensa está en alerta máxima, está listo para funcionar todo el tiempo. Pero la corteza prefrontal no termina de desarrollarse hasta los 23 o 24 años, entonces no puede realmente controlar ciertos impulsos, como el de usar el teléfono", afirma Duke.


El estado de "flujo" y la distorsión temporal


Cuando scrolleamos, según la profesora Duke, entramos en un estado de flujo. El concepto de flujo en psicología se refiere a un estado mental en el que la dificultad de la tarea que está haciendo una persona se ajusta muy bien al nivel de atención y habilidad que tiene para dar en ese momento.


Aplicaciones como TikTok, en las que el algoritmo está constantemente cambiando y dándote nuevos contenidos que te interesan y están especialmente dirigidos para ti, alimentan directamente ese estado de flujo.


"Absorben toda tu atención y entras en una fase de distorsión temporal en la que no te das cuenta de que han pasado dos horas y estás sentado con la mano entumecida y has perdido todo ese tiempo viendo videos de perritos", agrega Duke.


¿Cómo evitar el scrolling compulsivo?

Entender estos mecanismos puede ser el primer paso para evitar que el scrolling se convierta en un problema. Aquí te dejamos tres consejos para controlarlo:


1. Toma descansos y aléjate del celular

Llevar a cabo actividades que te alejen de esa realidad, como ir a caminar, ir al gimnasio o meterte en la piscina puede ayudar a poner la atención en lo que hay a tu alrededor y ejercitar otras funciones del cerebro.


2. Establece zonas libres de celulares

Es recomendable no permitir teléfonos en contextos sociales como la mesa durante las comidas. La doctora Ling recalca que: "Tener ciertos rituales que te separen de tu celular es siempre de gran ayuda". Esto puede incluir acciones simples como poner los teléfonos en una canasta antes de comer.


3. Desarrolla consciencia de tu hábito

Practica el mindfulness. Desarrollar una mayor conciencia de tus hábitos puede ayudarte a identificar cuándo estás scrolleando sin pensar. Al notar este patrón, puedes elegir conscientemente dejar de hacerlo y cambiar a una actividad más productiva o relajante.


Una reflexión final


Aunque el scrolling en tu celular puede parecer una actividad trivial, tiene un impacto significativo en tu bienestar mental. Los dispositivos están diseñados para aprovechar nuestras tendencias naturales hacia la curiosidad y la búsqueda de placer, creando un ciclo difícil de romper.


Tomar conciencia de cómo funciona nuestro cerebro frente a estos estímulos es el primer paso para recuperar el control sobre nuestros hábitos digitales y usar la tecnología de manera que realmente enriquezca nuestra vida, en lugar de consumirla.

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